FORJANDO EL CARACTER - EL CASO DE MOISES
De la serie "Devocionales para el bus"
por Hjalmar Hernández.
Creo que la mayoría de cristianos conocemos la historia de Moisés, de memoria en algunos casos y con menos detalles en otros pero alguna idea se nos viene, y si ya tienes cierta edad es indudable que viste la película "Los diez mandamientos" muchas veces en tu niñez y juventud temprana.
Es la figura más representativa y conocida del Antiguo Testamento. pero ¿Sabías que Dios fue preparando el camino para que el fuera el gran líder que llegó a ser? hagamos un breve repaso de este líder a desgano pero obediente.
1) Al tener un rescate providencial del río Nilo, pasa los primeros 40 años de su vida aprendiendo en la corte del Faraón, donde sin lugar a dudas el aprendió muchas técnicas administrativas, de construcción, literarias, de cuestiones legales, de l forma de operar y organizar una empresa del tamaño del imperio Egipcio.
2) Pasa otros 40 años en el desierto, donde aprendió las habilidades prácticas que le servirían para liderar al pueblo de Israel en el desierto.
3) obedece a Dios. como mencioné en el segundo párrafo, Moisés fue un líder a desgano, es decir el quiso evitar por varios medios el hecho de liderar a un pueblo como Israel, sin embargo obedeció a Dios y pasa otros 40 años bregando en el desierto como el líder indiscutible del pueblo de Dios.
¿Conclusión?
Primero que nada que debemos PREPARANOS, alguna vez escuché a un pastor decir: entre tu más te preparas, más Dios te usa. Es nuestro deber cristiano prepararnos no solo para desarrollarnos en la vida sino para que Dios nos use en su obra.
Segundo, debemos necesariamente para liderar nuestras vidas y las de otros PASAR POR UN DESIERTO, y aprender de nuestra estancia ahí. Dios te va preparando aun cuando sientas que todo está al revés y que no hay salida.
¿Entonces?
Es momento de actuar, preparémonos cada día, esto implica secular y espiritualmente. Y si nos está tocando vivir un pequeño infierno que ese desierto nos renueve y nos haga depender más de nuestro Dios.
Ánimos.
No te rindas.
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