El gozo que buscamos

de la serie "Devocionales para el bus"


 Dostoievski fue un escritor ruso del siglo XIX y uno de mis favoritos. En 1849 estuvo a punto de ser fusilado y justo cuando comenzaría la ejecución lega un mandato del Zar para indultar a todos los condenados. Esto marcó tanto su vida que decidió no perder jamás su tiempo, aprovechar cada segundo de su vida. Encontró gozo después de semejante suceso.


En 1983 muchas familias de Usulután vivieron penurias durante una de las tantas batallas campales entre el gobierno y la guerrilla de entonces, y a pesar que habían historias desgarradoras así muchas familias relataban de la paz que les daba Dios en esos momentos de angustia.

El gozo y sabor a la vida es una de las promesas de Dios que se refleja en el capítulo 16 de Juan. "Aunque vosotros estéis tristes vuestra tristeza se convertirá en gozo" dice el versículo 20 y nuestro sufrimiento lo compara con lo que tiene que pasar una mujer en el parto, todo ese dolor queda pequeño cuando la madre recibe a su hijo en su regazo.

No importa por lo que estés pasando lo importante es que Dios está contigo y nos ha dejado al Espíritu Santo que nos guía en la travesía que llamamos vida.

Recuerdo a don Mariano en Usulután que cuando las cosas se ponían duras o extrañas decía que agarraba su Biblia y la leía, contaba que le daba una paz hermosa que lo acompañaba durante el día. Yo estaba niño cuando lo escuchaba hablar y mi conocimiento acerca de Dios era nulo. Décadas después y siendo cristiano entiendo más lo que el anciano decía, y resuenan en mi cerebro las palabras del versículo 33 de Juan 16:

 "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo"

La paz y el gozo no vendrán del zar como con Dostoievski sino como hacía Don Mariano,  confiando en Dios y en las promesas expresas de Su palabra. Es momento de orar un momento a Dios.

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