SIN PACIENCIA NO PODRÁS VER ACTUAR A DIOS
Jeremías 2:13: Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua. Es común llegar a una etapa en la que la paciencia se termina cuando estamos atravesando problemas. Realmente a nadie nos gusta pasar por problemas, es incómodo no encontrar respuestas y ver que cada día todo empeora más y más. Cuando Israel el Pueblo de Dios, emprendía el viaje a su tierra prometida encontramos que en cierta ocasión Moisés a quién Dios había elegido para ser el líder del Pueblo subió a un monte alto pues Dios así se lo pidió porque quería darle las tablas de la Ley (los 10 mandamientos). Moisés tardo “mucho” en regresar para el Pueblo de Israel y por no tener paciencia ellos mismos decidieron no esperar más y construir un “dios” porque según ellos el Dios que es el único existente y Poderoso no significaba nada para ellos, ellos querían un dios que se pudiera palpar desde el punto de vista humano. ¿Pudiste